Está claro que los Afro-Cubanos han contribuido en gran medida a la cultura de Cuba con La Habana, que tiene la mayor concentración de afrocubanos del país.
Sin embargo existe una gran controversia acerca de cuántas personas de ascendencia africana hay en cuba.
Unos dicen que el 20% mientras que otros dicen que el 65%.
Muchas personas mixtas se consideran mulatas o mestizas, y aunque algunos no se identifican con la etiqueta afrocubana, preferirían ser tratados según la nacionalidad más que por la “raza”. Los negros en Cuba luchan por cuestiones raciales y de identidad de la misma manera que el resto del mundo, desde las desigualdades históricas a los tiempos modernos.
El primer grupo de negros y mulatos de la isla son los descendientes de los esclavos africanos traídos de Africa Occidental. En los últimos años, Cuba ha visto aumentar los inmigrantes negros de Jamaica y Haití aumentando el sabor africano de la isla.
A pesar de los números, las personas de ascendencia africana a menudo son excluidas de la lucrativa industria del turismo, donde los trabajadores pueden ganar mejores salarios debido a las propinas. También son pasados por alto los puestos de dirección y otros trabajos mejor pagados, mientras que están relegados a una vivienda y a un barrio menos deseable.
“Hemos visto muchos cambios y mejoras en la forma en que los negros son tratados en Cuba desde la revolución” dice Aileen Badell, un periodista retirado que trabajó para el Instituto Cubano de Radio Y Televisión durante 18 años. “Todavía tenemos mucho camino por recorrer, pero hay médicos, maestros, periodistas, ingenieros y muchos otros profesionales negros”.
En la década de los 60, Castro emitió leyes contra la discriminación para hacer frente a la disparidad económica entre blancos y negros, junto con una campaña de alfabetización masiva. Dos años más tarde se declaró la victoria de la Revolución sobre la “edad del racismo”, una afirmación que lamentablemente ha demostrado ser prematura.
“Hay una amenaza silencios. Los negros en Cuba saben que cada vez que se levanta la raza en Cuba, van a la cárcel”. Dice Carlos Moore, que ha escrito extensamente sobre este tema.
Durante los años 20 y 30, la isla conoció un movimiento llamado afrocubanismo, que trajo la cultura negra a la literatura cubana, a la poesía, la pintura y otras artes. Se puse de manifiesto las luchas del pueblo afro-cubano, que tratan de la independencia de España, la esclavitud y la adaptación de una identidad cubana.
Los afrocubanos han contribuido en gran medida a la escena de la cultura y las artes en la Cuba de hoy. Muchos homenajes a la historia de los negros y mulatos se encuentran alrededor de La Habana y toda Cuba.
Uno de los grandes atractivos del movimiento afrocubano moderno es el arte, desde el jazz hasta los eventos culturales.
Muchas empresas en Cuba ofrecen un recorrido por los sitios religiosos afrocubanos y las zonas de los eventos de La Habana, donde los participantes pueden aprender acerca de estas prácticas de primera mano. Y mientras que Martin Luther King puede ser un héroe estadounidense, su influencia se deja sentir en Cuba, sobre todo en el centro Martin Luther King. El centro promueve la responsabilidad social cristiana, proporcionando una serie de programas para ayudar a los menos afortunados y educar a la población. Los programas de salud, educación y el activismo social son los ejes principales para el Centro de MLK.
El vecino directo del Centro MLK es la Iglesia Ebenezer, que promueve los valores de la igualdad y la aceptación de todos los géneros, razas y orientaciones. La iglesia está abierta y da la bienvenida a todos a visitarla.
Y la fusión de estilos musicales no podía faltar. Estilos españoles y africanos se mezclan en el Callejón Hamel en La Habana es una experiencia intensa, colorida y llena de gente. Murales brillantes cubren las paredes, creados por el artista contemporáneo afrocubano Salvador Gonzalez Escalona. Este lugar se ha vuelto más popular en los últimos años.
