Los juegos Olímpicos de este año en río comenzaron con una explosión, la de la maleta de un integrante del equipo de USA.
Los juegos Olímpicos de Rio han sido la bomba, literal.
Cindy Lloyd es la madre de Carli, jugadora de voleibol de la selección americana. Dejó su maleta en el crucero donde se hospeda durante los juegos y fue a ver a su hija jugar su primer partido. Todo normal.
Cuando la familia volvió unas horas más tarde, a Cindy la hicieron pasar a un interrogatorio y le mostraron los restos carbonizados e irreconocibles de su maleta de viaje. Las autoridades le dijeron que la habían volatilizado porque sospechaban que pudiera llevar una bomba. (¿!)
“El asa no estaba en ninguna parte, lo habían volado. Se ve que usan algún tipo de bomba húmeda porque todo estaba mojado. Algunas prendas eran rescatables pero otras se destrozaron, otras tenían agujeros, mi bandera de Estados Unidos se fundió, y todas mis cosas de aseo volaron.
Las autoridades de Brasil han volado varias maletas “sospechosas” desde que comenzaron los Juegos, incluyendo una maleta sin vigilancia cerca de la meta de una carrera de ciclismo. Pero el caso de la maleta de la madre de Carli parece ser el más curioso.
Lloyd, que viajaba con su hermano y sus dos hijos mayores tenía reservas para alojarse en un barco atracado junto al crucero de lujo de los equipos de baloncesto de Estados Unidos. Una serie de vuelos cancelados y perdidos desde el sur de California les llevó a conexiones en Perú y Chile con sus consiguientes chequeos de seguridad hasta Brasil.
Por último, en Rio cogieron un taxi hasta la terminal de cruceros para hacer el checkin. Se supone que sus maletas de viaje estarían en su camerino cuando regresaran. Al volver, las otras maletas las revisaron pero la de Lloyd la detuvieron.
Lloyd comentó que seguridad le había dicho que los perros antibombas habían detectado algo en su maleta. Se le mostró una foto de los rayos X y le pidieron que explicara cuáles eran los artículos de su interior, incluyendo un teléfono móvil, un cargador y una botella de champú.
Lo que no podía entender es por qué las autoridades le devolvieron el teléfono. Habían abierto la maleta y recuperado el teléfono, pero aun habían volado la maleta.
Y no podían entender cómo una maleta había pasado por varias ciudades de diferentes compañías aéreas sin ninguna sospecha y la iban a volar en Rio.
“La verdad es que fue muy extraño” dijo.
Definitivamente algo que contar a la vuelta, aunque claro, no eran los recuerdos que quería traerse la pobre mujer.
“Para mí, ver a mi hija en los Juegos Olímpicos es bastante historia ya”.
La compañía de cruceros, Norwegian Cruise Line, ha sido muy amable y servicial. Le llevó su vino espumoso, le dio comidas gratis y le dijo que le reembolsaría por el coste de todos los productos echados a perder. La línea de crucero también dijo que le conseguiría una nueva maleta para volver a casa. Esta buena mujer estuvo de buen humor durante el episodio. Mientras contaba la historia llevaba una camiseta con agujeros porque no había tenido tiempo de ir de compras. Esperamos que no hubiera gastado mucho dinero en comprar maletas para Rio.