El esmalte dental nos acompaña cada día y merece un cuidado especial.
Esta capa protectora que recubre nuestros dientes es conocida por todos, pero apenas conocemos realmente la vital función que desempeña.
El esmalte, o tejido adamantinado, es la capa dura y blanquecina que envuelve nuestras piezas dentales. Inmediatamente debajo de ella se encuentra la dentina, algo más banda que el mismo. Acto seguido, la pulpa con sus terminaciones nerviosas compone el núcleo de la pieza dentaria.
A pesar de la variedad de capas que presenta, el esmalte es la cobertura clave del diente. Su composición contiene un alto grado de hidroxiapatita, que es un mineral de origen orgánico que le otorga una gran dureza. No está compuesto por hueso, que es una estructura que puede crecer y repararse, sino que está formado por un conjunto de minerales que deben cuidarse. Uno de esos componentes es el que da forma al llamado esmalte dental.
A pesar de la primera impresión, el esmalte de los dientes es traslúcido, de color blanco o gris azulado en algunas partes. La razón de su color de debe a su contenido en dentina, que trasluce por el esmalte. La dentina tiene varias tonalidades y viene dada genéticamente.
Las estructuras que componen el esmalte
Las estructuras del esmalte se dividen en dos tipos.
- Prisma: Son prismas o varillas de esmalte que se disponen sobre la superficie del diente de forma oblicua.
- Banda: alternancia de bandas de material blancas y grises que se conocen como bandas de Hunter-Schernger. Se originan en el borde amelodentario y avanzan hacia el exterior desde ahí.
Las células del esmalte son llamadas ameoblastos, o formadoras de esmalte. Este tejido no puede regenerarse, por lo que actualmente sólo puede repararse el esmalte a través del uso del composite. Actualmente se investiga la creación de hidroxiapatita de manera artificial para la regeneración de las piezas sin el uso de materiales dañinos.
El cuidado del esmalte
Como hemos comentado, el esmalte es una substancia que no se autorepara. El cuidado de dicho esmalte es esencial para mantener el buen estado de la salud bucodental.
Por una parte, el color no es referencia directa de la salud del diente. El color dental procede del color y propiedades de la dentina. Debido a ello, la capa de 2-3 cm de esmalte solo altera ese color base al ser traslúcida. A pesar de ello, existen tratamientos seguros que pueden modificar la tonalidad de las piezas blanqueándolas.
Las caries
El esmalte es el elemento más duro del ser humano, pero debido a sus propiedades también es frágil. Hay muchos elementos que le afectan y pueden generar su desgaste. El principal de ellos es el efecto de las caries. Las bacterias que habitan en nuestra cavidad bucal se alimentan de los azúcares e hidratos de carbono que quedan en nuestros dientes. Al hacerlo, segregan un ácido que atacan al diente y su esmalte generando las llamadas caries.
Las caries suponen la destrucción de capa de esmalte obligando a limpiar y reparar la zona afectada por métodos artificiales. Lo mismo suponen las lesiones fruto de golpes y rotura parcial de los dientes, aunque en el caso del desgaste se deberá aplicar otro método. Estos casos requerirán la aplicación de coronas y otros métodos de reconstrucción.
Los métodos para favorecer la mayor conservación de nuestro esmalte no son nuevas, pero vale la pena recordarlas.
- Mantener una dieta equilibrada: Evitar los alimentos agresivos y las comidas en periodos de baja salivación.
- Tomar chicle sin azúcar: La producción de saliva ayuda a mantener bajo control la acidez de la cavidad bucal
- No fumar: El tabaco reseca la boca haciendo disminuir la protección ante el efecto de las bacterias.
- Aplicaciones de flúor: el flúor ayuda a remineralizar el esmalte dental.
- Cepillado un par de veces al día con un cepillo de cerdas suaves: La higiene bucal casera y la realizada por un profesional son claves a la hora de mantener el buen estado de nuestro esmalte.
Teniendo en cuenta la incapacidad de nuestras piezas dentales para repararse, todos estos consejos pueden resultar de gran valor. En caso de ser necesario, siempre podemos recurrir a un buen profesional para que nos guie en el proceso de cuidar nuestro esmalte dental.