Si usas tus brochas de maquillaje a diario, sabrás lo importante que es tenerlas siempre a punto y como el primer día.
Si no limpiamos nuestras brochas de maquillaje, estas se pueden convertir en un nido de gérmenes y bacterias y además corremos el riesgo de producir en nuestra piel algún tipo de irritación.
Ahora bien, el que las utilices a diario no quiere decir que las tengas que limpiar todos los días. De hecho, igual que no es bueno lavarse el pelo cada día, con las brochas de maquillaje sucede lo mismo, hay que tener una rutina de cuidado pero no día tras día. Lo ideal es limpiarlas una vez por semana o como mucho una vez cada dos semanas. Te explicamos como.
Tranquila, porque no necesitas ningún producto específico ni gastarte mucho dinero. Bastará con un poco de champú para bebés o cualquier champú neutro que tengas por casa, agua y una toalla de color clarito. En primer lugar disuelve un poco de champú en un barreño con agua tibia. Antes de sumergir la brocha en el recipiente, pon la punta de la brocha debajo dle grifo hasta que el agua salga totalmente clara. Después ya puedes sumergir la punta de la brocha en la solución de agua y champú. Importante! sumerge solo la punta durante no más de diez minutos, nada de sumergir por completo la brocha ya que podemos provocar que los pelitos de despeguen y …¡adiós brocha!
Finalmente, mete de nuevo la punta de la brocha bajo el grifo para aclarar el jabón y seca la brocha con una toalla limpia o bien dejaba boca abajo para que no pierda la forma. Y tachán!! Tu brocha de maquillaje lista para usar!