Dicen que a partir de los 30 pasamos una línea, una barrera, el envejecimiento de la piel
Pero, ¿qué pasa? ¿nos transformamos? Bueno, puede que un poco sí, al menos nuestra piel, por decirlo de alguna forma, también se va haciendo mayor con nosotras.
Algunos de los signos del envejecimiento de la piel se notan pronto: la aparición de las primeras arrugas, la pérdida de la firmeza de nuestra piel a causa del descenso de los niveles de colágeno y elastina.
También comienzan a aparecer algunas manchas, y sobre todo notamos como nuestra piel va tendiendo a ser mixta o en muchos casos seca, con la consecuente y posible aparición de sensaciones de aspereza o picazón.
¿Y qué podemos hacer? Lo primero es cuidar nuestra alimentación, y por supuesto, beber mucha agua, para ayudar a mantener los niveles de hidratación d nuestro organismo.
Es recomendable realizarnos una limpieza de cutis o una exfoliación cada dos o tres semanas, para así permitir la oxigenación de nuestra piel y eliminar las células muertas superficiales.
También es importante poner atención a la crema o tratamiento antiedad que queramos utilizar para mantener nuestra piel nutrida y luminosa.
Es aconsejable que contengan en su formulación componentes naturales antioxidantes como la Vitamina C, y si es en estado puro como en los proteoglicanos, mejor que mejor.
Hay que tener en cuenta que si queremos notar los efectos de los productos que utilicemos hemos de ser constantes en su uso.
Y tú, ¿cuál es tu rutina de cuidados diarios para frenar el envejecimiento de la piel?