Nunca he sido de las que se obsesionan con el cuidado de la piel, la aparición de las primeras arrugas y corren a su farmacia más cercana, o al centro de estética más próximo, a que les recomienden una buena crema antiedad.
Lo cierto es que pienso que las arrugas son bellas,que la edad una tiene que llevarla con orgullo, pero sí que es cierto que la piel han que cuidarla no importa la edad que se tenga.
Recuerdo que mi abuela siempre me decía que la piel hay que cuidarla desde jóvenes. Mantenerla limpia e hidratada, y con el paso de los años si que vas viviendo como tu piel se transforma y va perdiendo su luminosidad, su tersura, y se va volviendo más seca, en consecuencia aparecen esas primeras arrugas.
No soy muy constante a la hora de seguir tratamientos, porque si no veo los resultados de inmediato perdiendo enseguida la fe en ellos y le echo la culpa al marketing y a la publicidad y a mí por dejarme caer. Sin embargo, y para mi sorpresa, alentada por una amiga mía he comenzado a probar los famosos proteoglicanos, y he de decir que estoy encantada.
Tengo más de 35 años y mi piel, como decía, ya va mostrando signos de envejecimiento, por lo que la noto más seca y más apagada. Las ampollas de proteoglicanos contienen componentes naturales y vitamina C, un genial antioxidante con propiedades muy beneficiosas para la piel. Estas ampollas puedes encontrarlas en cualquier farmacia, aunque yo he encontrado los proteoglicanos baratos en Internet.
Y vosotros, ¿las conociáis?