La Habana vieja, el Malecón, el Capitolio, el Castillo de los Tres Reyes, el Gran Teatro de la Habana o el Mausoleo del Che Guevara, por supuesto. ¿Pero solo eso?
¿Qué ver en Cuba cuando vas de visita? Todos conocemos el innegable interés turístico de Cuba, ya sea de primera mano, de oídas o de dejarnos llevar cinco minutos cada cierto tiempo a buscar imágenes de playas paradisíacas en internet para evadirnos del trabajo o del asfalto que inunda las ciudades hoy en día.
Pues bien, si bien es cierto que Cuba tiene un gran patrimonio cultural y arquitectónico a nuestro alcance y un entorno medioambiental envidiable, las cosas que ver en Cuba van un poco más allá.
Soy una persona a la que le gusta saber un poco más allá de lo que me cuentan y suelo poner el foco de atención un poco alejado del centro de la foto, donde siempre esperan que miremos. Desde que le compré a mi sobrina un libro de la gran Mildre Hernández a mi sobrina llevo tiempo dándole vueltas a viajar a Cuba, y sé que veré algo más que lo descrito arriba. Me gusta el evocador paseo marítimo, por supuesto, claro que veré la plaza de La Habana y me maravillaré con los coches antiguos que son mi perdición, acudiré a deleitarme a La Casa de la Trova y no creo que me resista a bañarme en el impresionante Cayo Levisa. De acuerdo.
Pero, donde hay un enclave tan aislado del mundo al que estamos acostumbrados, no es todo maravilla, nostalgia y lugares turísticas. Cuba tiene otra parte, más allá de la historia que han creado a su alrededor, llena de banderas y ron que enturbian la realidad. Revoluciones y guerra siempre van acompañadas de algo más. Siempre. Y ese algo más es lo que ahora (por fin) podemos visitar.
Todos sabemos que uno de los aspectos representativos de Cuba es el exilio. Y donde hay exilio es por algo. Ahora, grupos exiliados en Miami han lanzado una guía que no se vende en los quioscos. Bajo el nombre de Guía de Turismo para visitar lugares importantes en Cuba, el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo publicó las fotos e informa a los turistas sobre los lugares más representativos de la disidencia pasada y la que sigue quedando.
Puede que estos lugares no les sean nombrados en las guías, pero gracias a las personas que también se salen del foco en la fotografía de la vida, podemos hacernos una idea de la totalidad de Cuba, sin totalitarismos. Ya que el ejército castrista sigue manteniendo los ojos de los visitantes fuera de ese tipo de lugares y procesos.
Así que la próxima vez que penséis en Cuba o en aislaros cinco minutos del trabajo para poner fotos de playas, recordad que Cuba también significa hospitales psiquiátricos “tapadera”, torturas, fosas comunes y experimentos biológicos.
Y por supuesto, no os olvidéis de traer souvenirs de banderas y botellitas de ron para la familia y amigos.
